lunes, 7 de diciembre de 2015

Una brújula por favor


Por Madretierra Tarot

 

Las vivencias de este último tiempo me llevan a reflexionar sobre qué está pasando en la sociedad, hacia dónde se conduce y si realmente va hacia algún punto.

 


Hace unos días entré en una tienda de ropa donde una mujer le hacía sacar todos los sweters del mismo modelo pero distintos colores a la vendedora, a lo que resultó un: “No. Gracias, quería de color marrón”, justo el color que no había. Esta situación me recordó una época, hace más de quince años, cuando tenía un negocio y la gente hacía lo mismo. Sobre todo recordé un caso especial de pérdida del sentido de la gente, cuando una mujer también entró al negocio y pidió tornillos y nosotros sorprendidos le respondimos: “Señora, esto es una fiambrería, no vendemos tornillos”. La señora muy ubicada en su deseo, o muy perdida en su realidad, nos respondió: “Si si, ya lo sé, pero pensé que podían vender tornillos también”.

A las consultas de tarot llegan muchas personas no sabiendo lo que desean pero seguras de que lo quieren ya mismo.

¿Qué nos está pasando como sociedad que no sabemos qué es lo que necesitamos para satisfacer nuestros deseos? ¿Hemos perdido nuestro norte? ¿O hemos perdido nuestro centro? ¿Qué genera perderlo? ¿Cómo recuperarlo?

Perder nuestro norte es no saber hacia dónde vamos, hacia dónde nos dirigimos como seres humanos, como personas individuales y grupales. ¿Para qué vivimos, cuál es la finalidad de transitar esta vida sino es la de ser mejores personas, superarnos a nosotros mismos día a día en espíritu, abundancia e inteligencia?

Pero es muy difícil saber hacia dónde vamos, si no sabemos dónde estamos, si no conocemos nuestro centro, el ser más intimo, mi yo más personal. Y aunque parezca irreal esto no sucede muy a menudo, no hay muchas personas que sepan realmente quienes son. Y ahí comprendo todas las vivencias anteriores, la mujer buscando tornillos en la fiambrería o la gente que no sabe qué quiere pero lo quiere ya.

¿Qué genera la pérdida de sí mismo? Ansiedad, estrés, baja autoestima, miedos, resentimiento, envidia, sin hablar de las enfermedades físicas como gastritis, cáncer de colon, psoriasis, e infinidades de otras enfermedades. Si tenés alguno de estos síntomas, comenzá a ir hacia atrás en el recuerdo y corroborá en tu vida en qué vuelta perdiste tu centro.

Dedicá tiempo al silencio, compartí momentos con gente que te hace bien, solo hacé lo que te haga feliz, reí y bailá todos los días, por cualquier motivo y a veces sin motivo, da cabida en tu cerebro a pensamientos positivos y altruistas, eliminá los destructivos; escuchá tu corazón y creé en él. Tomate un tiempo y mirá hacia atrás en el recuerdo, encontrate con tu niño, jugá con él y pregúntale, si está orgulloso de vos, y que es lo que más desea que hagas por él. Nadie más ubicado en sí mismo que nuestros niños.

Deseo que encontrés pronto la brújula de tu vida, para que te dirijas rápidamente hacia tu objetivo y no te confundas, te marees o pierdas tiempo en otros que jamás te harán feliz.

Bendiciones en la búsqueda.

Zulma.

Escrito para la revista Mujeres Divinas

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