Por
Madretierra Tarot
Las vivencias de este último
tiempo me llevan a reflexionar sobre qué está pasando en la sociedad, hacia
dónde se conduce y si realmente va hacia algún punto.
Hace
unos días entré en una tienda de ropa donde una mujer le hacía sacar todos los sweters del mismo modelo pero distintos
colores a la vendedora, a lo que resultó un: “No. Gracias, quería de color
marrón”, justo el color que no había. Esta situación me recordó una época, hace
más de quince años, cuando tenía un negocio y la gente hacía lo mismo. Sobre
todo recordé un caso especial de pérdida del sentido de la gente, cuando una
mujer también entró al negocio y pidió tornillos y nosotros sorprendidos le
respondimos: “Señora, esto es una fiambrería, no vendemos tornillos”. La señora
muy ubicada en su deseo, o muy perdida en su realidad, nos respondió: “Si si,
ya lo sé, pero pensé que podían vender tornillos también”.
A las
consultas de tarot llegan muchas personas no sabiendo lo que desean pero
seguras de que lo quieren ya mismo.
¿Qué
nos está pasando como sociedad que no sabemos qué es lo que necesitamos para
satisfacer nuestros deseos? ¿Hemos perdido nuestro norte? ¿O hemos perdido
nuestro centro? ¿Qué genera perderlo? ¿Cómo recuperarlo?
Perder
nuestro norte es no saber hacia dónde vamos, hacia dónde nos dirigimos como
seres humanos, como personas individuales y grupales. ¿Para qué vivimos, cuál
es la finalidad de transitar esta vida sino es la de ser mejores personas,
superarnos a nosotros mismos día a día en espíritu, abundancia e inteligencia?
Pero
es muy difícil saber hacia dónde vamos, si no sabemos dónde estamos, si no
conocemos nuestro centro, el ser más intimo, mi yo más personal. Y aunque
parezca irreal esto no sucede muy a menudo, no hay muchas personas que sepan
realmente quienes son. Y ahí comprendo todas las vivencias anteriores, la mujer
buscando tornillos en la fiambrería o la gente que no sabe qué quiere pero lo
quiere ya.
¿Qué
genera la pérdida de sí mismo? Ansiedad, estrés, baja autoestima, miedos,
resentimiento, envidia, sin hablar de las enfermedades físicas como gastritis,
cáncer de colon, psoriasis, e infinidades de otras enfermedades. Si tenés
alguno de estos síntomas, comenzá a ir hacia atrás en el recuerdo y corroborá
en tu vida en qué vuelta perdiste tu centro.
Dedicá
tiempo al silencio, compartí momentos con gente que te hace bien, solo hacé lo
que te haga feliz, reí y bailá todos los días, por cualquier motivo y a veces
sin motivo, da cabida en tu cerebro a pensamientos positivos y altruistas,
eliminá los destructivos; escuchá tu corazón y creé en él. Tomate un tiempo y
mirá hacia atrás en el recuerdo, encontrate con tu niño, jugá con él y
pregúntale, si está orgulloso de vos, y que es lo que más desea que hagas por
él. Nadie más ubicado en sí mismo que nuestros niños.
Deseo
que encontrés pronto la brújula de tu vida, para que te dirijas rápidamente
hacia tu objetivo y no te confundas, te marees o pierdas tiempo en otros que
jamás te harán feliz.
Bendiciones
en la búsqueda.
Zulma.
Escrito para la revista Mujeres Divinas
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