Por Madretierra Tarot
(*)
Me preguntó mi amiga
ayer: “¿Estás segura Zulmita que estamos en tiempo de abundancia?”, yo la
corregí: “No amiga, estamos en tiempo de cosecha, cada uno tendrá que ver qué
sembró”. Y esto me replanteó la vida misma.
Siempre me preocupo
por lo que siembro, en todos los ámbitos, en mi labor, en mi pareja, en mi
familia, con mis amigos, con mis vecinos, en mí misma. Qué semillas siembro en
mí misma, pero mi amiga me hizo pensar un detalle importante, dónde siembro también
es muy importante.
Vino a mí una
parábola, la del sembrador:
“Aquel día salió Jesús de
la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando Él en la
barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas
por parábolas, diciendo: «He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras
sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la
comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y
porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos
crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a
ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír,
oiga.” Versión Reina-Valera 1960.
Pensé cuan sabia y actuales las palabras del
Maestro, para él las semillas son las palabras, pero en este caso pensaba yo
¿dónde sembré mis semillas de abundancia económica? ¿Dónde las sembramos cada
uno?
En los tiempos que corren “que la inflación”, “que
el dólar”, “que mi jefe”, “que el tiempo”, en qué terreno usé mi labor, y mi
trabajo, ¿en tierra fértil o lo hice sin conciencia en cualquier lugar? Iba
hacia atrás en el recuerdo, mi familia comerciantes, desde niña estuve entre la
compra y la venta, entre los precios y los impuestos, y pienso que tengo casi
40 años y las palabras y las historias se repiten, que lo único seguro es que
el sol sale día a día y que la labor se hace día a día. Que las crisis son
oportunidades en la vida, si realmente estamos bien predispuestos para sacar lo
mejor de nosotros mismos para salir adelante, como diría mi amiga a veces una
patada en el… puede ser un gran empujón.
Siempre será tiempo de abundancia si las
semillas caen en terreno fértil y el único terreno fértil es uno mismo,
depositar mi fe y confianza en mí mismo, en lo que hago, en lo que entrego, en
mi esfuerzo y en el tiempo que le dedico a mi trabajo. En el esfuerzo práctico
y el apoyo amoroso.
Nosotros llevamos un año juntos en este
espacio y siento que mi siembra fue en terreno fértil, y mi cosecha es
abundante, ojalá la tuya lo sea también.
Festejo un año de encuentros, de palabras y
lecturas, de reflexiones y aprendizajes, y voy por más, espero que ustedes
también lo hagan.
Feliz cosecha, que sea en abundancia y amor.
Mis bendiciones.
Zulma.
Escrito para la revista Mujeres Divinas
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