Por Madretierra Tarot
Las mujeres siempre estamos pariendo, pariendo nuestros
hijos, nuestros vínculos, nuestros trabajos, a nosotras mismas, alguna idea.
Las mujeres
anidamos todo en nuestro útero y luego cuando llega el momento de compartirlo
con el afuera entramos en trabajo de parto. Un tiempo de introspección, de
reconocimiento de si misma, un tiempo de sonambulismo, de llorar en las
esquinas, de hablar con el ventilador.
Las mamás en
estos tiempo parecen fantasmas, andan sigilosas, no hacen ruidos, parecen robot
autómatas, hacen por inercia, emiten
sonidos y no palabras, sin precisión o sin énfasis, ahjá, mmm, eh?, aaaaaaaaaa,
mjm, entre tantos otros que no interpretamos bien. A veces limpian y ordenan
muchas veces el mismo espacio como buscando ordenar o limpiar algo más profundo
que la habitación.
Las mamás en
estos tiempos tienen cambios abruptos de estados de animo, alegría extrema,
positivismo, seguridad, y al instante y sin motivo aparente tristeza,
depresión, angustia, todo es trágico y negativo.
Suelen lucir ropa
de dormir de día y de noche, aunque deambulen todo el tiempo como buscando algo
que nunca encontrarán y jamás duermen. Esos días la mirada está como perdida,
no mira ningún punto en especial, parecieran atravesar muros y distancias
infinitas con la mirada, hay algo en ellas alrededor, como un halo blancuzco,
como una neblina protectora, aunque a nada parecen prestar atención, en nada se
equivocan.
En esos días todo
huele a un silencio confuso, donde se sabe que se está en plena actividad pero
lo que se ve es la inercia misma.
Y es en esos días
justamente que lo mejor es correrse, nada se puede hacer para traer de nuevo a
la mamá a este mundo, solo un bebé en su inocencia puede comprender a la mamá
en este momento. Es tiempo de observar y aprender, si nos colocamos en un papel
de espectadores no logramos entender nada, pero si entramos en la danza de la
mamá con la sabiduría de los niños, nos enseña, y nos damos cuenta que lo que
se va a parir es parte de todos, la mamá es la gran partera de la familia, ella
es la que gesta, nutre y pare todo absolutamente todo lo que tiene que ver con
ella misma y con todos los integrantes de la familia, ya sea el ascenso de papá
como el logro deportivo del hijo o el logro personal de si misma.
Es porque la
capacidad de parir es inherente al ser femenino y también porque somos
portadoras de la hormona del amor: la oxitocina, lo que genera unión,
ingrediente principal para la familia. Pero una mamá no es tal sino tiene un
circulo que la sostenga, que la haga mamá, la familia, como sea que esté
conformada esta, y es así como la mamá es la creadora de la familia y la
familia es el sustento de la mamá.
Entonces cuando
veas a mamá en esta situación solo entrá en sus tiempos y acompañá porque algo
nuevo y maravilloso está por llegar, no sólo a la vida familiar sino al mundo
mismo, ¿que? no lo sabremos hasta que se manifieste, pero pronto lo verás.
Feliz parto a
todas las mujeres que se reconocen creadoras y a las que no, les deseo un
pronto regreso a ustedes mismas.
Bendiciones.
Zulma.
Escrito para la revista Mujeres Divinas
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